Un mundo cotidiano en el que con una aparente normalidad suceden las cosas más inverosímiles. Un montaje que quiere acercar el mundo de Calders al público infantil y familiar con la inspiración de algunos de sus cuentos dirigidos especialmente a los niños.
Englobados en la insospechada aventura de La rebelión de las cosas se plantea un espectáculo en un tono mágico y humorístico, arraigado en lo que podríamos llamar cotidiano, pero que nos sorprende con giros argumentales inauditos y una poesía sencilla y sorprendente. Se incorporaron los objetos habituales y ordinarios, para crear una ilusión, una realidad paralela, una visión insospechada del mundo que nos rodea.
Con una visión tierna y emotiva, con un tono juguetón, que hace entrar en el juego tanto a niños como a mayores se conduce por un camino de sugestivas imágenes, de los viejos cuentos tradicionales, y las sorprendentes innovaciones de un imaginario extraordinariamente rico y emocionante .
La narrativa de Calders, que inspira este montaje, escrita en un lenguaje natural y transparente, imaginativa y con el recurso inteligente a la ironía, siempre afable, y al humor, incorpora la fantasía, el elemento mágico o inesperado, en las situaciones más cotidianas.